Anécdotas
Hípicas Venezolanas presenta | ||||
Manuel
Lira | ||||
Por
Juan Macedo | ||||
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La verdad es que
en la época correspondiente al siglo XX, en nuestro hipismo no había
jinete malo, los que más destacaban eran por tener mejores oportunidades
con propietarios y entrenadores, a cualquiera que montaras en un ejemplar
lo hacía de manera excelente y Manuel Lira demostró que era uno
de ellos. El Orgullo de San
José Cotiza nació en el año 1954, humilde y buena
gente. |
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Conocido en el
medio hípico como “El
Tupamaro”, Manuel Lira
comenzó su oficio como peón, cagajonero, es
decir, limpiado las camas de los caballos, aseándolos, perdiéndoles el
miedo a los mismos y a la vez cuidándolos, mientras aprendió el arte de
montar purasangres de carrera. En su debut en el año 1968 no tuvo
suerte rodando en la partida con el caballo El Mañorense, pero pronto ganó su primera carrera con
el caballo Aborigen.
Curiosamente, Lira como caballerizo cuidaba a Aborigen y como jinete lo sacó de
perdedor. Ese año 1968 apenas logró 3
victorias. | ||||
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En el año 1969 las cosas cambiaron
y Manuel Lira destacó con un
total de 30 victorias, incluyendo el Clásico Cría Nacional el 16 de
noviembre a bordo de Maturín,
las suficientes para ser catalogado como la revelación del año. Le
ofrecieron un tentador contrato para montar en California, pero lo
rechazó. Fue invitado a correr en Panamá durante el año 1970 junto a Pedro González Pinto, Ignacio José Ferrer y Silvio Rovero. Se mantuvo en plan ganador brillando por
su constancia y paciencia, Manuel
Lira siempre decía “todo llega
en su oportunidad, solo hay que saber
aguardar”. |
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Se anotó la Copa Herman Stelling de 1971 con la chilena Ghanosa y el clásico Gobernador del Distrito Federal
de 1972 con Straightway. El año 1973 fue
prolífico cuando cruzó la meta en ganancia con Antilia en la Copa Henrique Otero Vizcarrondo;
además de los Clásicos José
Antonio Paez y Prensa Nacional y las Copas John Boulton y Gustavo J. Sanabria con la
campeona Tessa. | ||||
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En el año 1974 triunfó en la Copa Edgar Ganteaume con Yosemit,
pero tuvo una desafortunada rodada que casi le costó la vida, cuando
estuvo debatiendo entre la vida y la muerte, según los galenos su estado
era crítico, incluso le habían colocado un pulmón artificial. Todos sus
compañeros iban a visitarle y le consolaban diciéndole “que como quería la urna, con ventanas
arriba, al frente o al cielo, si la quería con aire acondicionado y techo
de vinil, con espejo retrovisor y televisor a colores”. Regresó a la
dura profesión de jinete de purasangre de carreras, con los grandes
triunfos gracias a Popeye, con
el que saboreó las mieles de la victoria en el Clásico Andrés Bello y la Copa Juan Eduardo Cruz de
1977. |
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Contó el Sr. Moisés Mérida “a
mediados del año 78 adquirí en caracas al ejemplar Pekín, de aceptable
campaña en La Rinconada, siempre le tuve fe a ese ejemplar, mi intención
era correrlo en las mejores pruebas selectivas del municipal, en el
calendario hípico local estaba pautado el Clásico Coproca donde se repartía un buen premio, en el
transcurso de la semana llamo a mi buen amigo y compadre Euclides
Villalobos (Compay Villa): viejo…!! Mándame un
buen jinete que la próxima semana quiero ganar un clásico. ¡Está bien
Moisés! (responde Don Euclides) te enviare a Manuel Lira, pero págale todo
(pasajes aéreos, alojamiento, comida). No hay problema le contesté. El
sábado en la mañana arribó el estelar jockey Manuel Lira a Ciudad Bolívar
junto a su esposa en el vuelo de Avensa, los
pasé buscando por el aeropuerto y los llevé a desayunar a La Carioca
(sitio de tradición gastronómica para la época muy visitada por los
turistas). Luego del desayuno los llevé al Hotel Bolívar (el mejor de la
zona en esos años) y les dijo: descansen y al medio día, luego del
almuerzo, vamos un momento al hipódromo para que vean al ejemplar. Cuando
llegan a la cuadra el caballo estaba bañadito, le habían colocado unas
vendas, su caballerizo Kike Díaz lo tenía en impecables condiciones. Me
fijé que Manuel Lira se quedaba viendo las patas vendadas y a la vez veía
a su esposa, detallé todo ese movimiento facial. El experimentado e
internacional jinete me decía al propietario que el caballo estaba bonito.
Cuando los llevé de vuelta al hotel para que almorzaran me regresé al
hipódromo para hacer algunas jugadas en el remate. Nunca me imaginé que a
la hora me estaba buscando por todo el hipódromo mi amigo Argenis Aular, cuando me encontró dijo todo angustiado:
¡Moisés, acabo de ver a Lira en el aeropuerto!... ¡No puede ser! respondí
¡Los acabo de dejar en el hotel!... Me dirigí al aeropuerto, pero ya
Manuel Lira se había ido en el vuelo de la 1 PM, dejándome con los crespos
hechos... al día siguiente Pekín fue conducido por el aprendiz Marcelo
Peraza arribando cuarto a 4 cuerpos del ganador”. | ||||
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No fue hasta el año 1981 cuando
triunfó con Javito en la Copa
Revista La Fusta y con Nogales en el Clásico Instituto Nacional de
Hipódromos y la Copa Manuel
Vicente Lander Gallegos. En una ocasión, en una entrevista comentó “El matrimonio, el hogar y los hijos te
hacen adquirir responsabilidades ineludibles en mi propio beneficio. Me
atreve a decir que todos los problemas y desilusiones de este medio se
disipan ante la sola presencia de mis
hijos”. | ||||
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Con una de las pegadas más certeras en nuestra historia hípica, Manuel Lira llegó a comentar lo siguiente cuando le preguntaron cómo se sentía al conducir un purasangre de carreras “me transformo por completo, no me acuerdo de madre, hijos, de nada, mi atención se concentra en lo que estoy haciendo, gane o pierda, pero solo en eso”. Probó suerte en los Hipódromo de Valencia y Santa Rita, incluso en este último triunfo en el Clásico Jockey Club del Zulia de 1989 sobre Campanario, pupilo de Douglas Bracho, pero lamentablemente el peso atentó mucho contra él y lo hizo en un medio tan competitivo como nuestro hipismo, fue perdiendo espacios, condición y protagonismo, hasta que decidió retirarse. Fueron 321 triunfos que hilvanó en su vida como jinete. Actualmente se encuentra discapacitado por pérdida de visión, debido a un feroz glaucoma. |
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Fuentes:
Revista Gaceta Hípica, Revista La Fusta, Sr. Jaime Casas A., Sr. Moisés
Mérida A., Sr. Trino Pulido. | ||||
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Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 31 de diciembre de 2021 | ||||
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